Poco antes de divorciarme empecé a darme cuenta de que sufría repentinos ataques de sinceridad. Así, cuando algún conocido agorero me decía: —¿Te vas a…
Ha empezado por un lucero que, entiendo, es Venus. He salido tarde de clase y, de vuelta a casa, he visto la estrella, la primera,…
En el barrio había una ley no escrita: los chavales (niños y niñas) debíamos acompañar a nuestras madres al mercado. Así cargábamos con las bolsas…
El otro día, muchos años después de haber perdido la final de Lisboa, le expliqué a mi hija Mónica qué era la justicia poética. Era…
Por aquel entonces yo tendría veintitantos y trabajaba en una consultora de comunicación. Me había autoeditado una primera novela y le había llevado un ejemplar…
Teníamos mucho miedo de que la suerte nos llevara a un barco. No porque tuviéramos que pasar un año en alta mar, sino por la…
A veces me da por pensar qué será de estas palabras que yo escribo, en este extraño cuaderno digital, dentro de muchos años. Es cierto…
Cuando era pequeño mi padre me llevaba a menudo a la sierra. Ocurría siempre en verano. Nos levantábamos cuando aún no había amanecido y mi…
De forma recurrente, cuando telefoneo a mi padre, le pregunto qué ha almorzado o qué ha cenado. No porque me interese exactamente lo que come.…
A la derecha de la foto aparece Marta. Sonríe mucho-mucho, con labios recién pintados de un rojo muy discreto, como le gusta a ella. Luce…