Maldición: conforme avanza el calendario los días son más cortos. Me di cuenta de ello la otra tarde, cuando daba la cena a mi hija mayor en el balcón de casa. A ese momento corresponde la foto que te traigo en este post.
Nunca he aborrecido una estación en concreto, pero sí el tránsito de una a otra. Sí, chicos: no me desagrada el otoño, pero el fin del estío me llena de una profunda melancolía.
Creo que no queda más opción que tomarnos este tránsito como un toque de atención que nos da el verano para apurar hasta su última gota, como cuando decidimos saborear de principio a fin un buen zumo de naranja.
¿Estáis preparados? Venga, tomad el vaso. ¿Lo veis? Naranja, maravilloso. Tomadlo, elevadlo al sol, mirad su brillo, acercáoslo a la boca, sentid la leve acidez en los labios, en la lengua, en el paladar. Tomad un primer sorbo. Ya baja por vuestra garganta. Os va llenando de la luz del sol con la que la naranja se nutrió al crecer.
¿Queréis tomar otro sorbo? ¿Sí?
Salud. Y, por favor, no os olvidéis de ser felices.
¡¡¡Cómo me gustó tu entrada de hoy, amigo mío!!! Por el sabor de las naranjas, por la consciencia del tiempo que pasa, por la alegría de las terrazas, por el tiempo que pasas con tus hijas, por tu forma de contar lo más sencillo y hermoso de la vida…Disfruta tú también, amigo mío, y no limites el verano a las vacaciones. Sé que yo hablo con ventaja porque siempre me las tomo fuera de estación, pero es cierto eso de que cada cual puede montarse la fiesta, las vacaciones o el disfrute donde esté, sea el tiempo que sea…Un beso cargado de energía naranja (jajajaja, acabo de caer ahora en el color de la fruta jaja)
¡¡¡¡Amelie, guapa!!!! Qué bueno leer tus palabras. Gracias por lo que me dices. Por cierto, me ha encantado cuando dices: "No limites el verano a las vacaciones". Frase maravillosa.Por tus últimos post sé que te "va lindo". Gracias por compartir aquí tus energías, que son muchas y buenas.Un abrazote (también naranja).
El zumo de las naranjas, la brisa de la mañana, el olor del cesped recién cortado, un gol de Forlán o de Iniesta… Todo son instantáneas que a modo de hitos, marcan un camino. El resto, creo, queda totalmente definido por los versos de Jorge Manrique: Nuestras vidas son los rios…