Me miraban. Aquellos era unos árboles inmesos, tan grandes que mis brazos no podían abarcar sus troncos cuando intentaba abrazarlos. Ni un gigante podría hacerlo.…
Me miraban. Aquellos era unos árboles inmesos, tan grandes que mis brazos no podían abarcar sus troncos cuando intentaba abrazarlos. Ni un gigante podría hacerlo.…