A veces, cuando estábamos viendo la televisión, mi madre solía decir: «Me cae bien este hombre» o, por el contrario, «No me fío de esta persona». Al principio yo le preguntaba por qué y ella me respondía: «Es por su cara«. Yo no daba crédito, creía que no era lógico: ¿cómo era posible emitir un juicio de alguien sólo por su cara?
Han pasado muchos años. Mamá, tenías razón. Tal como oí decir una vez a un famoso actor, a partir de cierta edad todos somos responsables de las caras que tenemos.
Y ya ni decir tiene de las caras que ponemos… qué verdad
Un saludo, Andy