Ahora que nos comunicamos por whatsapp y que las amistades son avatares de Facebook, he tenido la suerte de hablar esta noche (en una conversación telefónica, pero cercana) con mi querido amigo Miguel Ángel. Me ha recordado una magnífica frase de la película El gran dictador: «Pensamos demasiado y sentimos muy poco».
En realidad, son necesarias muy pocas cosas para sentir. Quizá sólo basta con ser conscientes de que estamos vivos.
Cuando he colgado el teléfono me he sentado con mis hijas en el sofá y hemos estado un rato abrazados.
Que el universo te bendiga, Miguel Ángel.
Es precioso.Debemos pensar en lo que pensamos,pero sobretodo sentir y Miguel Angel García nos hace sentir, él es lo más grande de la vida, gracias .
Una grandísima persona es Miguel Ángel, es verdad 😉 Un abrazo grande y gracias por tu comentario.
Me encanta!
¿Os dais cuenta que ahora una conversación telefónica resulta muy cercana? Hace unos años era algo muy frío,y no te digo si dejabas a algún novio vía telefónica,eras un cobarde,jejeje.Ahora nos parece casi como estar en persona. La vida…
Tienes razón, Paula. comparado con la frialdad del Whatsapp, el teléfono es una maravilla. El blog echaba de menos tus comentarios 😉 ¡Gracias!
Graciaas,Juan Pedro! Ah! Un saludo a Miguel Ángel de mi parte,jejee.