En 1942, la psiquiatra Julia López Balsera recibe el encargo de visitar Santa Margarita, un pueblo cercano a Cartagena, para investigar un extraño fenómeno: muchas noches se ve desde la costa cómo una gigantesca luz se mueve debajo del mar. Se da la casualidad de que, en ese mismo lugar, naufragó en el siglo XVI un galeón español cargado de oro y plata.